Chica de Plastilina

Archive for the ‘La Tica’ Category

Diquiero

In La Tica on 14/09/2011 at 9:37 pm

Te
quieee
ro

en cascadas
al oído
en la mañana.
Te quiero
navegando
en barquitos vibradores,
afrodísiacos,
voladores.

Te quié sin ró
Te ró sin quié.
Quieto
te quiero,
en movimiento también.

Pero quereme como se quiere
a una blandita mujer.

Prebeso

In La Tica on 10/09/2011 at 10:52 pm

Prebeso

Mirada que atraviesa, que gana. Que revela. Audacia que confunde.

Leve indiferencia que amenaza mis incendios. Nostalgia por algo que no sé si ha existido.

Prebeso ingenuo, tímido, prolongado…

Hasta que llega Elbeso voraz, agresivo, de mordeduras incisivas.

Rojo beso de río, de ley, que atrae policías,

de piernas que se entrelazan en una plaza.

Posbeso reflexivo, recordatorio, revival.

Sangra un labio inferior.

Amor líquido

In La Tica on 15/08/2011 at 4:50 am

Muchacho de agua, te evaporaste

Quedan tus cartas en una botella

Sabrá el aire qué burbujas se te escapan

Sabrá la música qué amores te salpican

Sólo sé que tu recuerdo me moja

Hasta ahogarme.

¿Me salvará una nueva ola?

Hojarasca

In La Tica, Unah on 15/08/2011 at 4:34 am

¿Qué hubiera dicho el árbol si me hubiera visto trepándote contra su tronco?

Mi amor es hojarasca blandita. Barro. Paredes. Hornos. Pan. Hambre. Hombre.

Y plastilina.

Luna pérfida

In La Tica on 25/05/2009 at 10:02 pm

Un colchón cayó al piso y voló a la terraza violando puertas. Pronto lo alcanzarían las mantas. Alas de fantasmas lo sobrevuelan.

La luna supervisa perversa. Nos hipnotiza panza arriba con su epifanía. Nombramos como en una plegaria todas las veces que la habíamos evocado juntos desde las antípodas del deseo. Ignorábamos su hechizo funesto. Cuando la vimos distraerse entre las nubes llegó el primer te amo a mis oídos. Se ocultó la luna celosa, tenía tanta fuerza la  frase que se escurrió un eco hasta el cielo. No nos dimos cuenta.

Tamicé tu cuerpo con el mío. El mundo dio vueltas bajo las sábanas, rodamos como un palo de amasar sobre la pasta. Cuando se detuvo la ruleta te había quedado el cielo sobre la espalda. El universo entero oprimió sobre mi cuerpo, y me dejé estremecer. Tus ojos eran el universo penetrándome, y no hubo más. Se me caían los párpados de placer. Te susurré con voz quebrada: te amo, también, yo… Al abrirlos me había tragado la perplejidad y quise gritar pero no pude, me volví una estatua de sal.  Tu sonrisa flotaba entre un millón de estrellas porque un millón de estrellas eran tu sonrisa. Felicidad.

Luego vendría la luna, pérfida, a cobrarse la traición. Fue demasiada ostentación.

Trampa de Mamushkas

In La Tica on 15/05/2009 at 4:14 am

La Tica respondió al llamado, no recordaba el preludio, al parecer no importaba, sólo sintió que la llamaban y avanzó. El pasillo interminable de baldosas desparejas se convertía en un túnel de macetas gigantes con flores rojas, pequeñitas, cargadas de sombras y humedad en los colores. Primero alcanzó la ventana y distinguió las sombras que se movían impacientes en el interior. El pecho le dio un vuelco, el corazón era un globo apretado en las manos de un niño a punto de estallar. Pero esta ventana es otra, el marco parece cambiado, no era verde, está más viejo, parece de casita de piedra en los Pirineos. Pero no, lo que hay adentro y la atrae indefectiblemente como un imán le indica que es el lugar correcto. La puerta está a un paso pero tarda una eternidad en llegar hasta ella. No puede, no tiene el valor de tocar, parece que en cualquier momento va a salir a correr espantada. Su pecho  se infla y se desinfla como si fuera el de un toro moribundo en la corrida, la madera de la puerta comienza a respirar con la misma agitación, caen pedazos de pintura verde. Se acelera. Se abre.

Es él, con una sonrisa tan cálida que resulta inverosímil. La Tica siente que una desconfianza terrible la invade, sospecha que es una trampa. Él la abraza y ella se derrite en sus brazos pero enseguida se da cuenta y dice ¡no!, esto no es verdad. Él la vuelve a abrazar y ella vuelve a sentir todo ese amor y toda esa felicidad, no puede creer que se esté cumpliendo su deseo, es él, se arrepintió, se quiere disculpar, me quiere en su sueño… ¡No! esto no es real, imposible. Se esfuerza por salir corriendo y no vivir la farsa pero hay una fuerza que la domina como a una marioneta, se siente en un envase que se deja mover por una fuerza extraña, ¡pero si no soy de plastilina! La Tica de afuera sonríe y abraza, se deja ver feliz… La Tica de adentro quiere salir corriendo y no puede, hay trampa de Mamushkas, un narrador onmisciente controla sus actos, no puede escapar de la historia que presagia. Teme volver a vivir lo mismo dos veces: tanta felicidad después este dolor, y la ausencia, el abandono… Arrojada a su destino recibe a los padres de él que están en la cocina esperando con abrazos y lágrimas de emoción, la aprietan y acarician como si hubiera regresado de la muerte. Hay una paradoja, por qué la aterra tanto amor, cuál es el problema. Se desespera, no comprende su espanto, ni todo esa ternura que siente y al mismo tiempo el dolor y la felicidad y la angustia. Se siente en la fisura donde caen y chocan todos los antagonismos. Por qué piensa estas cosas tan complicadas, si sólo son abrazos. La Tica quiere huir, pero no puede, en su esfuerzo por liberarse hace que la historia retroceda unos momentos y la escena se vuelva a repetir: él la recibe, la abraza, ella feliz-infeliz-aterrada-enamorada, los padres la adoran, la abrazan y ella los quiere para ella y a la vez quiere salir corriendo. Y en el intento otra vez la cinta retrocede y se vuelve a abrir la puerta y ella en la trampa… Bis.

La Tica se despierta llorando, abrazada muy fuerte a la almohada, no la quiere soltar, pues todavía no decidió si fue un sueño hermoso o una pesadilla. Aún siente los abrazos tibios en su piel y a la vez todo ese frío, ese vacío. Increíble, pero todas sus Mamushkas sincronizan para sentir lo mismo y lloran a coro por esos abrazos.

No me gusta cuando callás

In La Tica on 13/05/2009 at 10:18 pm

Que no, no me gusta cuando callás y estás como ausente, así lo embellezca Neruda o lo canten unas chicas brasileras que no lo son. Cuando callás me retraigo y callamos, y están los ángeles grises revoloteando en tu cabeza, y lo peor de todo es que los veo. No me gusta que estés como ausente. No hay mariposas que se arrullan, hay mariposas arrolladas. Y ya nos dijimos demasiadas cosas en silencio y cómo duelen. Prefiero tus labios en movimiento, todos los músculos de tu rostro sincronizándose para ametrallarme con palabras, son tan sensuales tus cejas cuando se tensan. Prefiero recibirte abierto, completo, como ráfagas de un tornado, desaforado, explosivo, un volcán en erupción, antes que verte cuando callás y estás tan ausente porque sos la melancolía en carne viva.

La Tica

Pedido de exorcismo

In La Tica on 08/05/2009 at 12:23 am

plastilina34

Está en mi té, en mi anisado, en mi calle, en mis platos sucios, en las hojas de mis libros, en la cebolla que pelo, en los huevos que rompo, en la lluvia, en la ventana, en la música que oigo, en la brisa, en mis sueños, en el interior de mis párpados… ¡Zape, zape!

La Tica

Posdata

In La Tica on 03/05/2009 at 3:53 pm

Y te mando un abrazo infinito, circular, laberíntico, de final abierto.
Y perdón, pero no me canso de decírtelo: ¡cuánto te quiero!, muchachito de cabeza de chorlito y pecho de piedra… El corazón se te escapó por las manos cuando golpeabas la piel del tambor, se hizo canción, voló.

La Tica

La pluma

In La Tica on 02/05/2009 at 3:55 pm

La nona s’aproche;
meu little niña, vôce nâo sos una pluma, dixit.
Mas ío no puedo, nona, nâo posso avoid it.
Soy what I am. Je pense que no puedo cambiarlo.
I’ve tried. Frené. Corrí. Busqué. Encontré. Perdí. Gané.
Frené. Etc.
Como todo mundo sabe. Io sonno assim. Comme ça.
Soy la pluma, nona, i’m sorry. Quantas desilusões.
Es verdad, o silêncio é uma tortura, ce pour ça que je m’envole,
if you want, ven, eu t’emmene au vent.

Sonno, seu, soy, je suis tu pluma. Envolez-moi.