Chica de Plastilina

Trampa de Mamushkas

In La Tica on 15/05/2009 at 4:14 am

La Tica respondió al llamado, no recordaba el preludio, al parecer no importaba, sólo sintió que la llamaban y avanzó. El pasillo interminable de baldosas desparejas se convertía en un túnel de macetas gigantes con flores rojas, pequeñitas, cargadas de sombras y humedad en los colores. Primero alcanzó la ventana y distinguió las sombras que se movían impacientes en el interior. El pecho le dio un vuelco, el corazón era un globo apretado en las manos de un niño a punto de estallar. Pero esta ventana es otra, el marco parece cambiado, no era verde, está más viejo, parece de casita de piedra en los Pirineos. Pero no, lo que hay adentro y la atrae indefectiblemente como un imán le indica que es el lugar correcto. La puerta está a un paso pero tarda una eternidad en llegar hasta ella. No puede, no tiene el valor de tocar, parece que en cualquier momento va a salir a correr espantada. Su pecho  se infla y se desinfla como si fuera el de un toro moribundo en la corrida, la madera de la puerta comienza a respirar con la misma agitación, caen pedazos de pintura verde. Se acelera. Se abre.

Es él, con una sonrisa tan cálida que resulta inverosímil. La Tica siente que una desconfianza terrible la invade, sospecha que es una trampa. Él la abraza y ella se derrite en sus brazos pero enseguida se da cuenta y dice ¡no!, esto no es verdad. Él la vuelve a abrazar y ella vuelve a sentir todo ese amor y toda esa felicidad, no puede creer que se esté cumpliendo su deseo, es él, se arrepintió, se quiere disculpar, me quiere en su sueño… ¡No! esto no es real, imposible. Se esfuerza por salir corriendo y no vivir la farsa pero hay una fuerza que la domina como a una marioneta, se siente en un envase que se deja mover por una fuerza extraña, ¡pero si no soy de plastilina! La Tica de afuera sonríe y abraza, se deja ver feliz… La Tica de adentro quiere salir corriendo y no puede, hay trampa de Mamushkas, un narrador onmisciente controla sus actos, no puede escapar de la historia que presagia. Teme volver a vivir lo mismo dos veces: tanta felicidad después este dolor, y la ausencia, el abandono… Arrojada a su destino recibe a los padres de él que están en la cocina esperando con abrazos y lágrimas de emoción, la aprietan y acarician como si hubiera regresado de la muerte. Hay una paradoja, por qué la aterra tanto amor, cuál es el problema. Se desespera, no comprende su espanto, ni todo esa ternura que siente y al mismo tiempo el dolor y la felicidad y la angustia. Se siente en la fisura donde caen y chocan todos los antagonismos. Por qué piensa estas cosas tan complicadas, si sólo son abrazos. La Tica quiere huir, pero no puede, en su esfuerzo por liberarse hace que la historia retroceda unos momentos y la escena se vuelva a repetir: él la recibe, la abraza, ella feliz-infeliz-aterrada-enamorada, los padres la adoran, la abrazan y ella los quiere para ella y a la vez quiere salir corriendo. Y en el intento otra vez la cinta retrocede y se vuelve a abrir la puerta y ella en la trampa… Bis.

La Tica se despierta llorando, abrazada muy fuerte a la almohada, no la quiere soltar, pues todavía no decidió si fue un sueño hermoso o una pesadilla. Aún siente los abrazos tibios en su piel y a la vez todo ese frío, ese vacío. Increíble, pero todas sus Mamushkas sincronizan para sentir lo mismo y lloran a coro por esos abrazos.

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